
Durante el cuarto trimestre de 2024, la economía de Estados Unidos presentó una desaceleración en su crecimiento, aumentando a un ritmo anualizado del 2.3%, una bajada en comparación con el 3.1% registrado el trimestre anterior. Este enfriamiento se produjo a pesar de un fuerte gasto de los consumidores, que creció a una tasa del 4.2% en el mismo lapso de tiempo.
El gasto del consumidor se mantiene firme
Consumer Spending Remains Strong
Elementos que Contribuyen a la Desaceleración
Diversos factores influyeron en la tasa de crecimiento moderada:
Several elements contributed to the moderated growth rate:
Inflación y Política Monetaria
La inflación se mantuvo por encima del objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal, con el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE), excluyendo alimentos y energía, aumentando un 0.1% en noviembre y un 2.8% en los 12 meses hasta noviembre. Las presiones inflacionarias elevadas han llevado a la Reserva Federal a prever menos recortes en las tasas de interés este año, manteniendo un enfoque cauteloso en la política monetaria.
Dinámicas del Mercado Laboral
El mercado laboral mostró resistencia, con un incremento de 154,000 empleos en las nóminas no agrícolas en diciembre, tras una subida de 227,000 en noviembre. La tasa de desempleo se mantuvo estable en 4.2%, indicando un entorno laboral constante. Sin embargo, el sector servicios experimentó una desaceleración, con el índice de gerentes de compras no manufactureras del Instituto de Gestión de Suministros cayendo a 52.1 en noviembre desde 56.0 en octubre, lo que sugiere una moderación en las actividades relacionadas con los servicios.
Perspectivas para 2025
Outlook for 2025
Looking ahead, economists anticipate that the U.S. economy will continue to face challenges such as persistent inflation and potential trade disruptions. The Federal Reserve’s monetary policy decisions will play a crucial role in navigating these challenges, with a focus on balancing efforts to manage inflation while sustaining economic growth. Consumer spending is expected to remain a key driver, but its sustainability will depend on factors such as wage growth and employment stability.